Cuando grite corte, y todo el mundo se quedo mirándome, cuando Martín Crespo camino pausadamente hacia mi, alcance a escuchar unos cuantos aplausos, pero tengo muy fresco el abrazo de Martín, fué fuerte, recuerdo que estaba agotado, muy cansado. Mientras recibía el abrazo, todos a mis costados, se abrazaron también, luego de tanto tiempo, El peso de la culpa había terminado. Era un momento de alegría, tanto tiempo, tanto esfuerzo se había materializado. Lo primero que quise hacer es agradecerles a todos, pero había tanta alegría en todos que fue imposible, todos nos saludábamos.
Atrás había quedado la sangre, las locaciones, los exteriores, el frió, la gente, ahora solo había restos de la película. No puedo olvidar el momento en el que me saque la característica remera verde, que use en todo el rodaje, para regalársela a Carlos (DF), o un pulóver a Ale, o los guantes a Pato, o el guión mío a Hernán, todos me pidieron algo, y entre todos acomodamos y limpiamos, lo que había sido nuestro hogar por casi dos mes. La puerta, el ajedrez, la mesa donde desayunábamos, todo hubo terminado.
Los responsables: Ariel sanna (Director), Alejandro Gomez Nieto (asisnte de Dirección) y Francisco Posse (Producción Ejecutiva). Falta Daniela mendolicchio (Jefa de Producción) la cuarta integrante de la productora Bajo Buenos Aires Producciones
El peso de la culpa, fue mi segunda película, pero fue una experiencia muy fuerte en mi vida, una en la que conocí el talento, la fuerza de voluntad, la experiencia, y el agradecimiento de un equipo técnico y artístico increíble, en algunos casos, profesionales disfrazados de estudiantes, genios camuflados de amigos, talentosos vestidos de personas.
El peso de la culpa, el miedo es real.
Ariel Sanna.
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